UN PUENTE
UNIDIRECCIONAL.
El Rabino Yeramiel Barilka
propone la construcción de un puente unidireccional hacia el Estado de Israel.
Es una expresión, por supuesto, una figura del lenguaje.
Bien! Vamos a construir ese
“puente unidireccional”, pero quiero saber dónde piensan meter a la totalidad
de los Judìos del mundo y qué les van a dar de comer.
“Si no nos apuramos”, en DIEZ o
QUINCE años más (NO MÁS) el Estado de Israel habrá dejado de existir, en la muy
autorizada opinión de la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos
de América (que no debe ser muy feliz de semejante aseveración, con lo cual…).
En los primeros años de la década
de 1970, un destacado dirigente de la vigorosa colectividad de Buenos Aires, me
explicaba personalmente: “A Eretz Israel tienen que ir los que sólo tienen la
fuerza de sus brazos. El que encontró un filón en el Galuth, que lo explote y
mande los dólares. Que no haga Aliyá!”.
Y durante más de sesenta años el Galuth,
con filón o sin él, bombeó divisas para hacer posible el milagro. (Porque no
fue a punta de naranjitas que se hizo: eso debe quedar bien claro, de una vez y
para siempre!) Y ese aporte se hizo particularmente evidente cada vez que la
cosa se puso color hormiga.
Ahora se puso de moda castigar al
Galuth, hasta afirmar que el Galuth no existe! (¿) Ahora los religiosos
(precisamente ellos, el mismo tipo de gente que se oponía incluso a la
mismísima creación del Estado de Israel, porque no se planteaba como un estado
teocrático, porque los sionistas no usaban tzitzioth, o vaya usted a saber por
qué…) señalan al Galuth, acusándolo de asimilación. Como si esos mismos
anacrónicos personajes no estuviesen extendiendo un certificado de defunción
anticipado a millones de Judíos en el mundo entero al no redefinir el criterio
de la identidad Judía a la luz de los tiempos que corren.
La Identidad Judía en el Galuth,
tan cuestionada en nuestros días, debe pasar, necesariamente, por la identidad de un país soberano, un país
institucionalmente organizado. (Hace más de sesenta años que se espera por una
Constitución Nacional del Estado de Israel, por ejemplo) El Estado Español, la
República Italiana, la República Francesa o el Reino Unido (todos ellos tan
próximos y tan diversos en sus concepciones de las instituciones nacionales,
aún a pesar de la Unión Europea) no son indiferentes a la suerte que corren sus
ciudadanos en el exterior y hace extensiva la doble ciudadanía a los
descendientes de sus nacionales por vía materna o paterna, ignorando el repulsivo concepto del
“matrimonio mixto” y no hablar la lengua o profesar la religión de los
ancestros no menoscaba sus derechos inalienables emergentes del mero IUS
SANGUINIS: No ser cristiana no impidió mi asunción de la ciudadanía Italiana, a
pesar de los vergonzantes vínculos de la “Repúbblica” con el estado vaticano.
Ya Pinsker (el nada-menos-que
inspirador del nada-menos-que Theodor Herzl) insistía en la necesidad de la
Aliyá, ante la futilidad de la asimilación. Así que el tema ni siquiera es
nuevo. Pero HOY, en la realidad del Estado de Israel, hay desocupados; se
distribuyen miles de kits con el Séder de Pésaj (en buena hora!) a practicantes
en estado de indigencia económica que de otra manera no podrían celebrar la trascendental
fecha. Decenas de miles de jóvenes que hace cincuenta años hubiesen sido
orgullosos kibbutznicks hoy deambulan por las calles de Tel Aviv bebiendo,
drogándose y prostituyéndose en el mejor espíritu de “la civilización
Occidental y cristiana”. La merma en la inscripción voluntaria al Tzáhal revela
la masiva desmoralización de la juventud Sabra. Gente que tuvo el privilegio de
NACER en Eretz Israel, emigra! Cómo alguien puede terminar imaginando que es
preferible manejar un taxi en New York que ser labrador, obrero o maestro en la
tierra de Abraham, Yitzak y Jacob?
Y los desocupados ven venir más
olim y, claro, se desesperan: “Encima que éramos pocos, la Bobbe con
problemas!”
Mientras, YAHA BIBI, el
Berlusconi israelí, ahora dice que “EL
IDEAL DE ISRAEL DEBE SER CONVERTIRSE EN UN NUEVO HONG KONG” A mí ese tipo
NUNCA me gustó. (Como diría Quino de Martínez de Hoz, con tanta razón!) A nadie
le gustaba porque ya lo conocían de “la otra vez”. Por eso no lo votaron y
llegó al poder que ahora ocupa merced al anacrónico sistema electoral israelí.
EL PUEBLO DE ISRAEL VOTÓ MAYORITARIAMENTE POR LA SEÑORA TZIPI LIVNI. La
coalición de los malignos ignoró esa voluntad y LEGALMENTE, MERCED AL
ANACRÓNICO SISTEMA ELECTORAL ISRAELÍ, pone en riesgo la propia existencia del
Estado de Israel. Me opongo a esa infamia. Y oponerse al régimen de turno en
Israel no es oponerse a Israel, ni al Estado de Israel, como pretenden hacerme
creer con las amenazas que me hacen llegar. AM ISRAEL JAI, LE OLAM! ©Hannah Lilith Migliavacca. 2011.
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