El
principio de la necesidad interna.II. Interpretando al
Maestro Vassily Kandinsky.
Intento comunicar mi mundo “secreto”, MIS EMOCIONES (mis sueños,
esperanzas, temores, terrores, obsesiones) con el “secreto” lenguaje del
arte (que es un código, una poética).
Así, mi elemento interno (consciente e inconsciente, inmaterial) plasma
LA SENSACIÓN en el elemento externo (la obra, material).
Se trata de que el espectador pueda rescatar la sensación que el
artista “puso”, depositó, plasmó en la obra para hacerla suya e intentar evocar
la emoción que generó el proceso.
¿Puede acaso ser otra la motivación y la finalidad del apremiante,
angustioso impulso creador? Contar al prójimo sobre el mágico universo interior
aspirando a que lo “vea”. La sensación es el puente que nos vincula: desde lo
inmaterial de la emoción del artista a lo material de la obra y, desde allí, a
lo inmaterial de la emoción del espectador.
Emoción-Sensación-OBRA-Sensación-Emoción.
Por eso EL ARTE no es un sustantivo (y por eso no se lo puede definir;
no es una cosa) sino que es una dinámica, un proceso, un accionar del YO al TÚ,
y por lo tanto UN VERBO.
EL ARTE no existe. Sólo puede existir EL ARTEAR.
PD.: Dejo constancia de que a esta tesis de la necesidad interna
se opuso una antítesis: El principio de la necesidad externa.
Abril 2010.
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