MI TÍO DE AMÉRICA , Introducción a la película.
El método experimental de la investigación científica que se
había afirmado en el siglo XVIII, tuvo en el XIX y principios del XX un
excepcional desarrollo.
El MATERIALISMO, el FISICALISMO y el POSITIVISMO posibilitaron
y desarrollaron la aparición de grandes científicos.
DARWIN contó con todo el apoyo
imaginable de parte del Imperio Británico para que, a partir de observaciones
inherentes a las Ciencias Naturales, desarrollara una Teoría General de la
Evolución de las Especies.
EINSTEIN recibió, en Alemania, el
respaldo que se brindaba a un excepcional estudiante en camino a un brillante
porvenir.
FREUD, en Austria, no buscó ni
obtuvo ningún tipo de reconocimiento excepcional y desarrolló toda su
investigación con alguna beca (que le llevó a estudiar con Charcot, en París) y
autofinanciándose con su modesto cargo de Docente, primero, y luego a través
del ejercicio de la Medicina.
IVAN PETRÓVICH PAVLOV condujo sus
estudios en Fisiología con objetividad de rigor absoluto: Se negó a aceptar
explicaciones psicológicas para fenómenos orgánicos que consideraba del dominio
de la fisiología y tuvo que vivir en condiciones infrahumanas para no renunciar
a sus investigaciones. Fue despreciado por el régimen zarista que veía en la
Ciencia y los científicos a los enemigos de Dios y, consecuentemente, del Zar.
Su primer hijo murió por falta de la debida atención y en dos oportunidades se
tuvo que separar de su esposa por no poder alimentarla, lo que no fue razón
para suspender las experimentaciones, que se llevaban a cabo en una
construcción semiderruída de un hospital, donde dormía en un jergón, en
condiciones que pocos monjes budistas serían capaces de soportar. Su tesis de
doctorado recibió Medalla de Oro y una beca para estudiar en Alemania por dos
años.
Recién en 1890, a los 41 años,
obtuvo una cátedra y el nombramiento de Director de Fisiología en el Instituto
de Medicina Experimental.
En 1901 fue admitido como miembro
(con derechos restringidos) en la Academia de Ciencias de Rusia.
En 1904 se le otorgó el Premio
Nobel, por sus investigaciones, SIENDO EL PRIMER RUSO QUE LO OBTUVO. Cuando
viajó a Estocolmo para recibir el premio de manos del Rey de Suecia su aspecto
era TAN humilde que el monarca le comentó a un allegado: “Es un individuo
notable, sólo que no lleva ninguna condecoración: es un auténtico Socialista.”
A pesar de merecer semejante
distinción para sí y para su país, la Rusia Zarista no le permitió acceder al
cargo de miembro efectivo de la Academia de Ciencias sino hasta 1907, y ello en
consideración a los rumores internacionales.
En 1916, cuando tenía 67 años,
con el acceso de la UNIÓN DE REPÚBLICAS SOCIALISTAS SOVIÉTICAS al poder, se lo
colmó de reconocimientos.
VLADIMIR ILICH ULIÁNOV, LENIN,
decretó la publicación de sus obras, le otorgó el usufructo vitalicio de una
vivienda, una remuneración de dos sueldos básicos para él y su esposa, recursos
ilimitados para su nuevo laboratorio y una caja chica discrecional a su
disposición…” vistos los méritos científicos absolutamente excepcionales del
académico Pavlov, que son de inmensa importancia para los trabajadores del
mundo entero.”
En 1935, a los 86 años, presidía
el Congreso Internacional de Fisiología. Dijo en su discurso inaugural: “Toda
mi vida ha sido una larga continuidad de experimentos. También nuestro gobierno
es un experimentador. Yo deseo apasionadamente vivir, hasta los 100 años…y más!
Para ver la realización victoriosa de esta experiencia social e histórica.”
Pero murió un año después, a los
87 y se ahorró ver la Segunda Guerra Mundial y lo que siguió.
Todo esto viene a cuento, ya que
el miércoles próximo, cuando veamos El Huevo de la Serpiente, podremos apreciar
cómo los nazis se apresuraron a apropiarse de la actitud científica experimental
de Pavlov, así como del CONDUCTISMO, tan característico de la Psicología de
U.S.A. (que es el tema de la película que vamos a ver hoy) y que se encuentra
masivamente fundado en la Fisiología de Pavlov, todo ello para oponerse a “La
CIENCIA JUDÍA” , como denominaban al Psicoanálisis, creado por el Dr. Sigmund
Freud.
Mientras tanto, los Soviéticos
tomaron a Pavlov como estandarte de la ciencia
socialmente comprometida, para
denunciar a “La CIENCIA BURGUESA”, como denominaban al Psicoanálisis, creado
por el Dr. Sigmund Freud.
Dos años después, el 4 de junio
de 1938, a los 82 años, el Dr. Sigmund Freud abandonaba Viena por Londres, ante
el avance de los nazis.
Sus obras ya habían sido quemadas
en 1933, en Alemania, junto con las de Karl Marx y tantos otros, para purgar al
país de la “cultura judía”.
Ante semejantes hogueras
populares Anatole France comentó:
“Donde un día se queman libros, otro día se quema gente.”
…PROFÉTICO!!!
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