jueves, 21 de junio de 2012

Sobre la probable etiología de los Trastornos de Identidad de Género.


 
“Kim” acrílico 70cm x 50cm. Hannah L.Migliavacca
SOBRE  LA  PROBABLE  ETIOLOGÍA  DE  LOS  TRASTORNOS  DE  IDENTIDAD  DE  GÉNERO.
El término transexual fue acuñado en Alemania en la década de los 20, en una primera y tentativa aproximación al tema y cubría un vastísimo espectro de fenómenos, actitudes y condiciones. En la década de los 60, en el curso de la “revolución stolleriana” se comenzó a hablar de transexuales pre-quirúrgicos y transexuales post-quirúrgicos. Al día de hoy hemos acordado denominar transgénero a quien antes se denominaba transexual pre-quirúrgico.
Si bien los trastornos de identidad de género son tan antiguos como la misma especie humana, sólo a partir de 1945 la ciencia se ha dedicado a estudiar este fenómeno sistemáticamente. Como estos estudios se encuentran “en pleno desarrollo”, podemos esperar novedades constantemente. Por lo pronto, en el área lingüística: De la misma manera que las enfermedades venéreas (EV), pasaron con razón a llamarse enfermedades de transmisión sexual (ETS), y con mayor razón aún, hoy se denominan infecciones de transmisión sexual (ITS); como el mogolismo, como término, pasó a tener una significación peyorativa, insultante y fue reemplazado por Síndrome de Down, análogamente, lo que arcaicamente se llamó cirugía de cambio de sexo, lo que luego se denominó cirugía de reasignación de género (porque el sexo NO se puede cambiar, está indeleblemente enraizado en cada partícula del organismo), hoy comienza plausiblemente a aceptarse como cirugía de afirmación sexual (pues lo único que hace esa intervención es rectificar la morfología para llevarla a ser lo que siempre debió haber sido).
Y quien habiendo pasado, en el transcurso de muchos años, por incontables consultas psicológicas, psiquiátricas, clínicas, endocrinológicas y finalmente quirúrgicas, para ver aparecer en el espejo a la imagen de la persona que siempre anheló ver, se siente agredido/a por el término transexual. No es un hombre transexual ni una mujer transexual: es un hombre o una mujer de pleno derecho…
Lo que va quedando meridianamente claro es que no estamos ante “una elección de vida”. Esto es algo fisiológico. De ser así el término intersexual, que hasta ahora se reservó para los casos de hermafroditismo o pseudo-hermafroditismo, deberá extenderse a todas las condiciones cubiertas por los trastornos de identidad de género o disforia de género, pues todas las condiciones intersexuales son variaciones biológicas en la formación de la sexualidad humana.
La etiología de esta condición se remonta a diversas causas. Hasta ahora se conocen:
Síndrome de Harry Benjamin. (SHB) Ocurre cuando el cerebro se desarrolla de un sexo y el resto del cuerpo lo hace con características del sexo opuesto (probablemente debido a una variación hormonal durante el período de gestación).
Síndrome de Klinefelter. Es una alteración genética que se da en las primeras divisiones del cigoto, resultando en un hipogonadismo. Se lo conoce también como Cromosoma 47 XXY, Hipogonadismo hipergonadotrópico, Disgenesia de los túbulos seminíferos, entre otros.
Síndrome de Insensibilidad a los Andrógenos. Antes llamado Síndrome de Feminización Testicular. Quienes padecen esta variante son machos genéticos no androgenizados fetalmente. Los testículos producen andrógenos normalmente y, en muy bajas cantidades estrógeno, como cualquier varón normal, pero los andrógenos no surten efecto, no son “leídos” por el organismo y se torna imposible la masculinización. La leve producción de estrógenos es suficiente para feminizar al individuo.
El Síndrome de Turner y el Síndrome de Kuster Hauser son estados intersexuales que se dan en cuerpos eminentemente femeninos.
La solución a los tres primeros está dada por un proceso que se inicia con un sondeo psicológico y/o clínico que apunta primariamente a ratificar la autenticidad de la percepción del paciente (y que determina que NO se trata de un trastorno mental, un caso psiquiátrico), por lo que puede darse, en caso de duda, interconsulta con psiquiatría. A continuación se prescribe una terapia de reemplazo hormonal (TRH) que, además del obvio apoyo fisiológico, suele acarrear una reconfortante sensación de “alivio”. Pronto se pasa a “experiencia de vida real”, que implica el desempeñarse en los roles sociales del género de destino durante uno o dos años, mientras se atiende a detalles de forma, tales como depilación por electrólisis, etc.
Si acaso el paciente pasa con éxito esta muy dura prueba y se siente cómoda/o viviendo como hombre o como mujer ante la sociedad (muchos abandonan en este trance), se considera la dimensión quirúrgica en tres etapas. Se comienza con los caracteres secundarios (implantes mamarios o mastectomía, según el caso) se continúa con los caracteres primarios (ablación de genitales y vaginoplastia o faloplastia, según el caso). La tercera etapa de cirugía se ocupa de la estética (pómulos, mentón, glúteos, eventual extirpación del extremo frontal de la laringe,etc)
“LA ESCUELITA”: En algunas clínicas, además, la institución toma sobre sus hombros la adecuación del paciente para el género elegido, papel adicional de Instituto de belleza (o estética) y escuela de modelaje pues, a pesar de la prueba de vida real, muchas de estas mujeres no se comportan como tales en sus maneras. Dicho sea de paso, de tal modo, implícitamente se reconoce por esta vía que los roles de género pueden ser aprendidos, en buena medida.
El compromiso de “la escuelita” con la parte estética femenina es un esfuerzo para producir, no meramente mujeres anatómicamente definibles sino, además, mujeres socialmente aptas en su apariencia de género otorgándoles, de tal manera, las mayores probabilidades de éxito en su desempeño social.
Y si en este tramo final del proceso podemos visualizar un verdadero ejemplo de mecanismo de producción de género totalmente consensuado o, inclusive, caprichoso, condescenderemos a aceptar que no se hace nada distinto en el seno de una familia: Se te brinda una educación, una formación moral, un bagaje cultural y luego, si quieres ser una acróbata en un circo o una Mme. Curie, esa sí será tu opción de vida.

©Hannah L. Migliavacca                        Agosto 13, 2009.

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