jueves, 21 de junio de 2012

LA OPCIÓN DE ALEMANIA (ante los PIGS)

LA OPCIÓN DE ALEMANIA. Sin disparar un solo cartucho Alemania acaba de asegurarse la disposición de la soberanía de toda Europa (y más allá, particularmente parte de Asia). Podemos asegurar que este IV Reich dispone hoy, desde su nacimiento, de más poder que todo el que pudo haber soñado “el Führer” en sus horas de mayor delirio. Heil Merkel? 1. La Trampa Geográfica. El meollo de la agonía alemana a través de toda su historia es que ocupa un territorio inseguro y geográficamente indefendible merced a su ubicación en el medio de la Planicie Europea Septentrional. No existen barreras naturales que separen a Alemania de sus vecinos en el Este o en el Oeste (no hay montañas, desiertos, mares, etc). Desde la prehistoria estos campos verdes han sido la ruta natural para el comercio, las conquistas y las migraciones de los pueblos. Su posición de ocupante del centro de la planicie abre cantidad de posibilidades comerciales pero también la fuerza a participar en conflictos ya sea como víctima o como agresor. Su exposición y vulnerabilidad la torna un poder hiperactivo: En tiempos de paz debe competir con todos, económicamente, así como en tiempos de guerra debe pelear contra todos. Su única posibilidad de supervivencia es su feroz eficiencia en la industria, el comercio y la guerra. Hasta la Segunda Guerra Mundial la cosa se planteaba con simpleza: Alemania usaba la diplomacia y todo su peso económico para evitar confrontaciones bélicas simultáneas hasta que esos conflictos se volvían inevitables y entonces sólo había que determinar dónde y cuándo se daría el primer golpe. La aparente solución sería ocupar Francia y Polonia lo cual presenta tres inconvenientes: a) Las distancias entre la frontera Este y Oeste distorsionaría la realidad geográfica alemana (como se vio con la dificultad para hacer llegar suministros al Frente Ruso). b) Desaparecida Polonia hay que mirar en la cara a Rusia por tierra y desaparecida Francia, hay que hacer lo propio con el Reino Unido por mar. c) “OCUPAR” territorios implica desplegar la propia población entre las poblaciones ocupadas, lo que implicaría una distorsión demográfica de Alemania. Por ello y mil complicaciones más que irían surgiendo, una posición segura ha sido hasta hoy imposible aún a pesar de la proverbial eficiencia alemana. Alemania golpea primero y bien pero a la larga siempre termina derrotada. Durante los primeros años de la Guerra Fría los vecinos de Alemania propusieron una nueva aproximación: La OTAN (NATO) es una oferta de participación. Si todos somos miembros de la misma organización “defensiva”, Alemania no necesita armarse individualmente. Pero siempre se percibió que, aún desmilitarizada después de 1945, “Alemania siempre será Alemania”: Después de sus dos desastrosas derrotas durante la primera mitad del siglo XX, Alemania seguía siendo el mayor estado Europeo en términos de Población y Economía. Y como durante la post guerra Alemania estaba inhabilitada para armarse, en lugar de dividir sus esfuerzos como tradicionalmente había hecho, invirtiendo en crecimiento económico y armamentista, esta vez focalizó todas sus energías en el desarrollo económico. Y el resultado fue la Alemania de hoy: uno de los más ricos estados, tecnológica e industrialmente más avanzado en toda la historia de la humanidad. Tal circunstancia dio a Alemania una forma de poder totalmente distinta a la que disponía con su temible Wehrmacht. Y, claro, ese poder no pasó inadvertido sino que fue usado. 2. Alemania y la Europa Moderna. Cuando Alemania invadió el norte de Francia durante la IIWW ocupando París, el general de Gaulle, ultra nacionalista, huyó a Inglaterra donde se lo recibió con todos los honores que merece un general francés que huyó sin pelear mientras toda Europa se desangraba (el sur de Francia se había anexado voluntariamente al III Reich alemán, con el Mariscal Pétain, héroe máximo de la Primera Guerra Mundial como cabeza de gobierno y con capital en Vichy) Poco antes de la culminación de la guerra los Aliados se reunieron en la ciudad balnearia de Yalta, en la Península de Crimea, a orillas del Mar Negro. Estuvieron presentes para firmar la repartija del mundo Stalin, Eisenhower y Churchill. “El francés que huyó” no fue invitado. No existía: la BBC sólo le prestaba la frecuencia herziana para que alentara desde Londres y a través del Canal de la Mancha a la Resistencia de los franceses: Compatriotas…animémosnos y VAYAN! La amargura de este militar por el trato despectivo que recibió en todo momento durante su exilio, YALTA incluída, le produjo un resentimiento que lo llevó a sabotear todo lo que fuese Americano y Británico cada vez que ocupó la Presidencia de Francia. Cuando al RU le interesaba participar íntegramente en la naciente Comunidad Económica Europea (creada en 1955) de Gaulle se oponía tenazmente, sosteniendo que equivaldría a admitir “la mano yanky en un guante inglés”. La Francia de Charles de Gaulle comprendía con amargura que no podía vestir con dignidad el disfraz del “Gran Poder” y sentarse a la mesa en un plan de igualdad frente a USA y la URSS. Aún sin tomar en cuenta el deterioro que implicó la Segunda Guerra para Francia, carecía de población, economía y posición geográfica para competir. Pero una Alemania dividida le brindaba una oportunidad al patito rengo. Si bien, aún dividida, Alemania conservaba un envidiable dinamismo, debido a los acuerdos de post guerra Alemania quedaba privada de toda opinión en materia de política exterior. La maquiavelica idea de de Gaulle fue bien simple: Utilizar toda la potencia económica alemana a modo de pedestal para enaltecer la estatura global de Francia. Durante toda la era de la Segunda post guerra otros países europeos usaron a Alemania de comedero y bebedero, sangrando al país de sus recursos, primordialmente financieros, para aligerar la carga de otros. Considerando la carnicería de la guerra muchos europeos consideraban que esto era parte del karma que Alemania debía pagar. Y muchos alemanes coincidían con ello, particularmente los intelectuales, especialmente los de izquierda, claro. Y Alemania obedecía diligentemente las órdenes de otros, particularmente las de los franceses, firmando cheque tras cheque para demostrar su solidaridad europea, para comprar su perdón. Esta canallada duró por 60 años. Los alemanes pagaron la estabilidad social de Europa durante toda la Guerra Fría, proveyendo pagos masivos al sistema sin haber podido participar ni una sola vez como un beneficiario más de la holgura europea. (Europa vivía de Alemania y Alemania de su propio trabajo.) Al término de la Guerra Fría Alemania costeó por su cuenta exclusivamente el enorme precio de la reunificación sin dejar de hacer su aporte puntual a la Unión Europea. Cuando alguna divisa flaqueba, antes del Euro, Alemania compraba con deutschemaken para respaldar la tasa de cambio. Cuando llegó la hora de la unión monetaria, el deutschemark constituyó el cimiento para el Euro. Por toda estas demostraciones de buena voluntad Berlín fue correspondido por muchos estados próximos a incorporarse a la eurozona devaluando sus signos monetarios en vísperas del ingreso para que Alemania pagara la diferencia. En el 2003 se completó el proceso de diez años que llevó la reunificación alemana. En el 2005 la señora Angela Merkel se convirtió en el primer líder alemán de post guerra que asumió la Primera Magistratura de Alemania, libre del peso de los pecados de la Segunda Guerra Mundial. (En el 2009 una torpe coalición de izquierda intentó cuestionarla inútilmente). A partir de entonces Alemania tiene una Política Exterior que no se sacude por compromisos políticos internos ni es impuesta por sus buenos socios europeos. Alemania ha dejado de ser un observador pasivo con su chequera abierta. 3. Los Orígenes de la Eurozona. Los cimientos de la UE fueron colocados en los primeros años de la Segunda post guerra. Hay quien quiere buscar antecedentes en la Conferencia de Viena de 1814/1815 donde, tras la derrota de Napoleón se inició el período de la Restauración. Otros hacen referencia a los ideales de los románticos promotores del movimiento del Risorgimento e l´Unitá de Italia, proyectando ese exitoso proyecto nacional al Resurgimiento y la Unidad de Europa tras el desastre de la IIWW. Pero como “un telón de hierro” había caído sobre Europa, mientras unos pugnaban por los United States of Europe, otros reclamaban la Unión de Repúblicas Socialistas Europeas. Concretamente y mientras tanto, en 1955 se forjó la Comunidad Económica Europea, de la que Italia fue miembro fundador, sobre todo por su carácter de promotora de la idea, más que por su realidad económica. La CEE en buena parte borró las que hoy vemos como absurdas fronteras de Europa Occidental. Grecia no calificaba (incluso presentó informes contables mentirosos) pero, por razones culturales y emblemáticas se la aceptó: parecía absurdo una Europa sin Grecia, Madre de Occidente. Lo cierto es que con la caída del muro de Berlín en 1991, desaparecieron los impedimentos promovidos por la URSS para la reunificación de Alemania y en 1992 se firmó el Tratado de Maastricht sobre la Unión Monetaria, dando nacimiento al Euro. Por ese Tratado los signatarios se comprometían a un signo y sistema monetario común, mientras se reservaban escrupulosamente el control nacional de la política fiscal, las finanzas y la banca. Se podía compartir capital pero no los bancos, tasas de interés pero no política impositiva, que compartieran la misma moneda no implicaba la obligación de participar en los mecanismos políticos para regular la economía. Una de las inevitables consecuencias de esto fue que tanto gobiernos como inversores presumieron que el apoyo de Alemania a la nueva moneda era total e irrestricto y que los alemanes respaldarían a cualquier gobierno que participara en el Tratado de Maastricht. Teniendo acceso a créditos a tasas sin precedentes, zonas de Europa que habían estado sumergidas por siglos, surgieron a la vida: Irlanda, el Sur de Italia, España, Portugal y Grecia, muy particularmente. Pero no estaban tomando capitales generados localmente, ni siquiera tomaban capitales relacionados con su capacidad de ingreso genuino, que significa capacidad de amortización de capital e interés. No era una bonanza siquiera administrada o supervisada por los gobiernos nacionales. Bancos de pueblitos tomaban capital como si sus casas centrales estuviesen en Frankfurt y sus clientes fuesen industriales alemanes. El crédito barato inundó cada rincón de la eurozona con frenesí hipotecario pero la fiesta no podía durar por siempre. El campanazo de Oct. 2008 se escuchó globalmente y particularmente en los sitios tradicionalmente más pobres del mundo. Y los alemanes…dónde están? 4. La Crisis de Principios del 2010. Para ponerlo fácil, Europa encaró un derretimiento financiero. La crisis estaba enraizada en el más grande éxito europeo: Ya vimos que, desaparecida la URSS (que se oponía “a todo” en relación a Alemania), el Tratado de Maastricht, de 1992, que sellaba la unión monetaria, epitomizaba al Euro. Todo aquel que participaba en el Euro ganaba al unificar sus signos monetarios, disolviéndose en la nueva moneda. Con ello Alemania recibió directo acceso irrestricto a los mercados de sus socios, sin peligros de cambio: todo se negociaba en Euros. Desde entonces la brutal capacidad de penetración industrial/comercial de Alemania le ha permitido un constante incremento de sus exportaciones tanto a otros países europeos como a los países que constituían la cartera de clientes de esos mismos países europeos en el vasto mundo. Inversamente, los parientes pobres de la eurozona accedieron a los créditos baratos de Alemania a la vez que se presentaban en el exterior con el prestigio de participar en la eurozona. El prestigio, el respaldo de la eurozona, era que los inversores internacionales daban por descontado que quien participaba de esa Unión contaba con la bendición y la chequera de Alemania. Y no se trata de que era gente ingenua: tantas veces los alemanes habían firmado cheques en el pasado reciente para asistir a sus vecinos en desgracia que imaginar otra cosa era el colmo de la incredulidad. Además, qué clase de Unión Europea podía concebirse sin la columna vertebral de Alemania? 5. El Club Mediterranée y los PIGS. El Club Mediterranée es una asociación con centros de esparcimiento lujosos en el mundo entero: Son socios del Club auténticos magnates pero también narcos, mafiosos, tratantes de blancas, vendedores de armas y todo aquel que no tiene que sudar demasiado para ganar sus dineritos. Los inversores internacionales tuvieron la ocurrencia de llamar Club Mediterranée a los países dilapidadores de los créditos baratos. Esos países eran Portugal, Italia, Grecia y eSpaña (con cuyas iniciales se escribe la palabra PIGS). Irlanda merece una nota especial: Tan pobre y atrasada como los PIGS también tomó créditos baratos desaforadamente, que prontamente invirtió. Si bien incumplió sus retornos, hizo ajustes fiscales que su pueblo acató, comprendiendo y las inversiones también ayudaron a incrementar los ingresos genuinos y con ello a aumentar las amortizaciones. No es un ejemplo para alabar financieramente, pero no se trata de abierta mala fe, como con los otros. Así que los inversores decidieron echar una mirada a los bonos que emitían los países PIGS y consideraron que, mientras estuvieran respaldados por el Euro, todo estaba bien. Y los PIGS vivían como alemanes porque era más barato tomar dinero prestado de Alemania que poner en orden las políticas fiscales de sus países con los odiosos enredos políticos que tal sanidad conlleva. Hasta que la recesión mundial de Oct. 2008 restringió el crédito y volvió mucho más sensibles a los inversores internacionales respecto a los indicadores macroeconómicos de los diferentes países: al principio los de los países emergentes pero luego también los de la eurozona. Algunos decididamente quisieron leer el famoso Tratado de Maastricht y, al hacerlo, vinieron a enterarse que en ningún lugar decía que Alemania curaba cualquier mal y, peor aún, que el Art. 104 del Tratado (correspondiente al Art 21 del Estatuto del Banco Central de Europa) explícitamente prohíbe que haya un país en particular. Así que el SPREAD entre los bonos europeos y los bonos alemanes creció con alarmante velocidad, a pesar de las afirmaciones de la Comisión Europea y otras instancias emparentadas en el sentido de que “la corrida” era injustificada y aunque los tardíos esfuerzos de Atenas por acomodar el patio trasero sólo producían huelgas y alborotos de tinte político. (Se denomina SPREAD –brecha- a la diferencia entre lo que paga un alemán en su banco alemán a lo que tienen que pagar los PIGS). 5. Alemania, condenada a elegir. Como mayor economía de la Unión Europea y arquitecto del Banco Central de Europa, Alemania estaba en la odiosa situación de tener que optar… Hay ámbitos cotidianos donde la Ley de Gravedad formulada por Newton aconseja lo obvio. En otros, inimaginables hace 100 años, como el Espacio Exterior, pensarlo dos veces y seguir la Teoría Quántica de Planck puede resultar más sensato. Plan A: MUY humanos al fin, “que sea lo que D quiera” debe haber sido una opción bien tentadora para Berlín. Después de haber sido manoseados durante 60 años, siendo a la vez la “caja chica” y la “caja grande” de Europa, dejar caer a Grecia en el default podía ser, además de gratificante para el votante alemán, didáctico para el resto de los PIGS. Desde el punto de vista de las finanzas alemanas dejar caer a Grecia hubiese sido la movida acertada: una medida sana desde la perspectiva doméstica y una inmejorable oportunidad para que los PIGS tomaran adultamente la responsabilidad de sus propias vidas en sus manos. Pero la caries era más profunda y, si de la lista tachábamos los 4 últimos, los dos nuevos últimos eran Francia y Bélgica, no demasiado mejores. Incluso, y al fin de cuentas, si damos vuelta el mapa y tomamos los Indicadores Macroeconómicos totales de la Eurozona, los Estados Unidos de América no están muy lejos, lo que merece un párrafo: Existe un mítico apetito global por los dólares americanos que, a pesar de teorías de conspiración, vaciamientos de reservas y las evidencias de Oct. 2008, hizo que la demanda de greenbacks creciera a nivel mundial en medio de la recesión 2008-2009. Como si, ante la inminencia de la explosión, hubiese gente que se trepa al barril de pólvora “para estar más seguros”. Con su status de unidad de reserva mundial, el Dólar, emitido a la sola discreción de los EE.UU. le permite a Washington un mucho mayor margen de maniobra del que dispone la UE. Otra reflexión válida podría ser: Si Grecia representa sólo el 2.6% del PBI de la eurozona a quién le puede importar que “desaparezca del mapa”?...Es acaso “culpa” de Berlín que estos hijos pródigos no puedan pagar la cuenta de la fiesta?...Y, finalmente, a estos “vivos”, que han vivido a costillas de Alemania por décadas, no sería llegada la buena hora de que demuestren si son capaces de nadar o ahogarse? Hay algo que falla en esa lógica impecable: La crisis del 2010, como cualquier otra crisis por el estilo, no sólo se refiere a los PIGS sino al futuro de Europa: un bote donde tiene sede Alemania. Se trata de GEOPOLÍTICA, no de las aceitunas griegas. aceite de oliva, sardinas y anchoas de las que está demostrado que no se puede vivir. Poderosa como demostramos antes que es Alemania (o aún asociándola con su segunda: Francia) no se le arrima al poder que disponen USA, Rusia o China. Y viendo que inician su ascenso incontenible India y Brasil, Alemania sólo puede sentirse más pequeñita cada día. La única manera de que Alemania importe en el concierto mundial es que Europa como UN TODO importe. Si Alemania hubiese llevado a cabo lo económicamente prudente y lo emocionalmente gratificante, dejando caer a los menesterosos, posiblemente la eurozona se hubiese reacomodado y, a la larga, incluso, se hubiese visto más tonificada económicamente. Pero amputarse un brazo enfermo tiene un costo. Y el costo evidente hubiese sido despedirse del sueño del € como divisa global y olvidarse de la UE como una potencia internacional. Otros costos más hipotéticos podrían ser: alejar a otros futuros miembros, candidatos a sumarse a la colmena europea y, concomitante a ese, disipar el concepto de una Europa poderosa, centro magnético político. Plan B: Lo que estaba fuera de toda duda era que Alemania estaba en capacidad de rescatar a Grecia, que apenas representa la décima parte de la economía alemana. Pero lo que cambiaría sería la “tácita presunción” de que quien controla el Banco Central de Europa y, por lo tanto, la eurozona, es el tonto que pone los billetes. Si Alemania aceptaba esta vez pagar la cena quedaba a cargo del control, realmente y sin eufemismos: Eso significaba que Alemania dictaría las normas FISCALES de aquellos estados que habían demostrado no ser capaces de administrarse solos, lo que es francamente una intrusión en la soberanía de los afectados. Y si eso es demasiado que te salve tu tía y olvídate para siempre de la Alemania-salvadora. Y lo peor de todo: allí viene el Fondo Monetario Internacional a rescatarte con un paquete financiado por USA/China, sin anestesia y sin vaselina! Tú decides, hermanito travieso. Haciendo lo de siempre (pero con otra cara) Alemania obtuvo a través de la billetera lo antes conseguía con sables y fusiles. Claro que es una billetera muy gorda, porque la eurozona necesitaba cubrir un déficit “para terminar el año” de 2.2 TRILLONES DE EUROS (2.200.000.000.000.€) de los cuales, al fin de cuentas, Grecia se arreglaba con 53 BILLONES, apenitas… que terminaron siendo 46, “por ser usted”…Por otra parte, las guerras que gustan a Alemania se han puesto carísimas, en estos tiempos de hi-tech. Ese fue el costo de hacer a Europa funcionar en el 2010. Pero esta vez también fue el costo que Alemania pagó por un liderazgo que no proviene de la boca de un cañón humeante. Para que ese liderazgo significara algo (en Europa Occidental y más alláaaaaa…) Alemania intuyó que no iba a ser “de una vez y para siempre”. Habría que pagar desde las tripas, a menudo y pronto. Lo nuevo era que esta vez, por primera vez en 60 años, volvía a tener las riendas en sus manos. Durante los siguientes 18 meses Alemania se sumió en una profunda reflexión, un debate nacional sobre cuán medular era en realidad la Unión Europea para los intereses nacionales alemanes, es decir, cuánto estaban dispuestos a pagar los ciudadanos alemanes, los votantes, los contribuyentes, para mantener intacta la IDEA de la Unión Europea. 6. La crisis del 2011. Con su aprobación, el 22 de JULIO de 2011 del nuevo mecanismo de rescate, mediante el cual Grecia recibió inmediatamente 109 BILLONES de € (totalizando 155 BILLONES, con el otro poquito del 2010) los alemanes hicieron conocer al mundo su clara opinión al respecto de las preguntas antes formuladas y CON TAL DECISIÓN EUROPA ENTRA EN UNA NUEVA ERA. Eliminando toda la jerga legal y el galimatías financiero, el meollo de la cosa se resume a: -Europa no puede funcionar como una entidad unificada a menos que alguien esté al mando. -En la actualidad, Alemania es la única nación con una población y capacidad financiera para asumir ese mando. -Estar al mando tiene un costo: el profundo y constante apoyo financiero a los miembros más débiles de la Unión Europea. En mayo 2011 los griegos “amenazaron” con el abandono de la eurozona ( dejando toda la deuda de añares y los últimos 46 también, claro…) Es fácil ver por qué Alemania no firmó el cheque corriendo: haberlo hecho hubiese alimentado la hoguera anual. Dicho lo cual, Berlín no permitió simplemente que Grecia se hundiera. Con todas sus fallas, el sistema que hasta ahora había administrado a la Unión Europea había otorgado a Alemania una riqueza de alcance global sin el costo de una sola vida alemana. Después de los horrores de la IIWW esta afirmación no es para descartarla a la ligera. Visto en este sentido, ningún otro país de la eurozona se benefició más que Alemania. Para la Elite alemana, la eurozona era un escenario accesible para ser percibido globalmente sin el tipo de revitalización militar que hubiese despertado pánico a través de toda Europa y lo que había sido la Unión Soviética. Además, “esa cosa” enriquecía a los alemanes…así que había que alimentarla. Pero esa perspectiva no era auto evidente para el hombre de la calle, el contribuyente, el votante promedio. Para ese trabajador ya Alemania había pagado demasiadas veces la cuenta. Lo dicho: 1) El déficil de Europa, en general y de la UE, en particular. 2) El feroz costo de la reunificación y 3) Aceptando la “paridad despareja” del deutschemark con el €, todo al costo del bienestar social del pueblo alemán. Cuando reventó lo de principios del 2010 el mecanismo previsto para los rescates, el INSTITUTO EUROPEO DE SEGURIDAD FINANCIERA, (EFSF) (European Financial Security Facility) apenas estaba preparado para un parche transitorio: Las autoridades alemanas temblaron… El liderazgo alemán debía balancear los mensajes que enviaba al ciudadano alemán, al electorado furioso y contrario a más rescates, al angustiado inversor internacional, mientras elaboraba planes, persuadiendo a los otros estados miembros que a Alemania le importaba la UE y decidían entre lo que realmente querían y lo que convenía hacer. Con tantos auditorios a quienes agradar los alemanes llegaron finalmente a una dura decisión: 7. El Nuevo EFSF. Con el nuevo sistema los estados desastrosos pueden acceder –con autorización alemana- a TODO el capital que sea menester sin necesidad de ir a molestar repetidamente al Consejo de Ministros de la UE. La extensión de esos créditos ha sido extendida desde los 7 años y medio hasta 40 años de plazo, al mejor interés que el EFSF pueda conseguir (en la actualidad oscila en el 3.5% anual, que es muchísimo menos que lo que se estila en el mercado de bonos internacionales). TODAS las deudas pendientes se pueden renegociar (incluso los préstamos anteriores del mismo EFSF) El EFSF está autorizado a adquirir bonos de estados soberanos que no puedan hallar colocación en otra institución, participando de esta manera en el mercado internacional de bonos. Puede actuar preventivamente ante amenazas de nuevas crisis sin necesidad de negociar previamente condiciones de rescate. Puede extender crédito a estados que estaban tratando de negociar su rescate por parte de su propia banca privada. El EFSF es un programa de consolidación de la deuda de los sectores PÚBLICOS y PRIVADOS. A fin de acceder a los fondos, los estados desastrosos TAN SOLO DEBERÁN HACER LO QUE INDIQUE ALEMANIA –exclusiva administradora de los fondos del EFSF- Toda decisión respecto a los créditos ocurrirá dentro del ámbito del EFSF exclusivamente, sin intervención de ninguna institución de la UE. (Pedirán que se firme con sangre…?) 8. What´s new? En términos prácticos, estos cambios causan dos fenómenos : -Ante todo eliminan todo potencial límite al monto de captación por parte del EFSF, eliminando así la preocupación respecto a la insuficiencia de stock financiero. Nominalmente, el EFSF continúa girando con un ceiling de 440 billones de €, pero ahora que los alemanes están totalmente a cargo esa cifra es una mera formalidad. -Luego, todos los bonos de estados desastrosos serán refinanciados a plazos más holgados y se habrá acabado los bonos “griegos” o “portugueses”: Los bonos emitidos por el EFSF serán una especie de “eurobonos”, controlados por Alemania y de los que dependerán los estados solicitantes, pues todo estado en aprietos económico-financieros será encapsulado en la estructura del EFSF. Aceptar la asistencia del EFSF equivale a someter la autonomía financiera de una nación a las autoridades alemanas del EFSF. Por ahora eso quiere decir aceptar los programas de austeridad diseñados por economistas alemanes, pero nada hay que limite las atribuciones del EFSF a lo puramente financiero/fiscal. Y firmar a 40 años en lugar de 5, sólo implica encadenar la soberanía de un país por generaciones. 9. Recapitulando. A todos los efectos prácticos un nuevo capítulo de la historia de Europa se acaba de abrir. Más allá las intenciones, Alemania acaba de experimentar un importante desarrollo en su capacidad de influenciar a sus colegas de la UE, particularmente aquellos que padecen dificultades financieras: De tal manera podrá usurpar enormes cantidades de soberanía nacional. Más que constreñir el potencial geopolítico de Alemania, la UE lo multiplica. Con esto, Alemania está en vías de convertirse en un GRAN poder una vez más. Esto no debe asociarse con imágenes del pasado e imaginar un renacimiento de la Wehrmacht. Pero sin duda, la re-emergencia de Alemania después de 60 años fuerza a reconsiderar las arquitecturas del poder europeo y euroasiático. 10. Reacciones ante la Nueva Europa. Cada estado reaccionará ante este nuevo mundo de manera diferente. Los franceses están encantados y aterrorizados: encantados de que los alemanes se hagan cargo definitivamente e ilimitadamente de los PIGS y de que dispongan los medios para que la UE funcione, y aterrorizados de que los alemanes hayan encontrado finalmente la manera de controlar esos mismos recursos. Los franceses comprenden perfectamente que están perdiendo el control de Europa y a toda velocidad: ellos habían diseñado una UE que explícitamente contuviese el poder alemán a la vez que canalizaban toda ese energía para financiar los ensueños de grandeza de Francia. Un escenario de pesadilla francesa se despliega donde un poder irrestricto alemán es hoy posible. Los británicos se perciben extremadamente pensativos. Cuando quisieron participar de Gaulle no los dejó. Cuando los invitaron a la fiesta de € se horrorizaron ante la posibilidad de sacrificar un símbolo imperial como la Libra. Es más, un grupo de economistas británicos vaticinó que esa locura terminaría en una guerra europea. Esa afirmación en aquellos días sonó a grotesco. Hoy…no sé. Lo cierto es que adhirieron como OUTSIDERS, para hacer oír sus objeciones de tanto en tanto. Con la recién adquirida capacidad alemana de ejercer control financiero dentro y fuera de las estructuras de la UE aquel todopoderoso derecho de veto británico hoy es bastante impotente: Hoy mientras los alemanes están entusiastamente debatiendo a nivel nacional su role en el mundo, los británicos no terminan de entender a qué juegan en Europa. La Europa-jaula que habían construido para Alemania ya no es tal. Entonces el UK es miembro nominal de una organización que ya no sirve a sus propósitos. Oh, dear! Los rusos piensan que de semejante alboroto van a pescar con ganancia. Siempre desconfiaron de esa cosa liberal y occidental llamada la UE. Al fin de cuentas era una barrera puesta allí para contenerlos, como su brazo armado, la NATO/OTAN. Desde la caída del muro, simultánea con la invención de esa moneda nueva que tienen, no hacen sino cortejar a los ex satélites de la URSS. Y claro, cada uno de esos tipos tiene un hacha afilada para la Madre Rusia. Pero si el leader de la UE va a ser Alemania sólo habrá que negociar con uno. Y entre la sed de hidrocarburos de Alemania y la enorme disponibilidad exportable de Rusia una asociación es inexorable! No se trata de que los rusos no se preocupen del ascenso de la estrella alemana; las memorias de la Gran Guerra Patriótica todavía queman, pero hoy hay un colchón de doce países entre los dos osos. Así que hay intereses comunes y tiempo para escribir varias largas historias rusas antes que …ah, los tiempos del acuerdo Molotov-Ribbentrop! Esos 12 países están atrapados entre la ascendiente estrella alemana y una incesante consolidación del poder de la Federación Rusa. De hecho, Bielorusia, Ukrania y Moldavia ya pueden darse por reintegradas a la esfera rusa. Los otros nueve pueden intentar: a) una coalición de los piojosos. b) Invitar a los que los hicieron trabajar bajo el látigo soviético hasta hace no más de 22 años a tomar un té negro con vodka. c) invitar a los hijos y a los nietos de los SS que masacraron a sus ancestros a tomar cerveza con wurst y kraut…si hasta el Estado de Israel firma cosas y hace negocios con los alemanes! Tampoco se puede vivir en el pasado! Ahora…si a alguno o a todos esos nueve países de Europa Oriental, O A FRANCIA! se les pasara por sus afiebradas cabecitas patear el tablero y clamar a la “tierra de los libres, nación de los bravos” , se enterarán que los USA están cerrados por refacción, distraídos, confundidos y considerando un nuevo período de aislacionismo. El Imperio ya no es lo que era!

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