lunes, 25 de junio de 2012



A MODO DE INSUFRIBLE PRÓLOGO que algunos considerarán lo mejor de un libro que jamás escribiré.
Cada rara vez que escribo algo donde menciono la evidente intervención de la Señora Diana, Dionne, Artemisa, Marpessa, la arrebatadora, La Diosa Blanca, Leucipa o Epona, la Yegua Blanca, Brigitte, Brígida o Britannia, o cualquier otro de sus cientos de inconfundibles apelativos por los que se la conoce, vuelven los ruegos de que vuelque mi conocimiento y perpetue mi visión de la divina Albion. Y mi invariable respuesta se repite: Innecesario es hacer mal lo que ya está inmejorablemente realizado. Con leer atentamente La Diosa Blanca y Los Mitos Griegos, de Robert Graves (Losada, Buenos Aires), La Rama Dorada, de Sir George Frazer (FCE, México) y los varios capítulos correspondientes al tema en Historia de las Creencias y de las Ideas Religiosas, de Mircea Eliade (4 tomos: Ediciones Cristiandad, Madrid), se alcanzará una perspectiva inmejorable de la trayectoria, atributos y poderes de la divina Alphito, hermana de Apollos. Si la insaciabilidad gnoseológica no se colmara en esos pocos miles de páginas de una muy seria y formal exposición académica, quedan a disposición del goloso otros tantos miles de páginas constituidas por la asequible bibliografía referencial que se incluye en esas mismas obras. Y como cada una de esas referencias bibliográficas originarán otras tantas, a su vez, en una arborescente proliferación, la obra, el corpus así determinado, sólo alcanzará la dimensión que nuestro curioso lector (erudito ya!) decida acotar. Nada que yo pueda brindarle podría aventajar a esa preciosa biblioteca especializada. Como The Night Mare jamás desatiende a quienes con su vehemente dedicación manifiestan su pasión irrefrenable por los temas de Luna, sin posible incredulidad, el estudioso verá aparecer a Selene en los diversos senderos de su vida. (El Dr. Mircea Eliade, en su autobiografía La Prueba del Laberinto, advierte específicamente sobre este “fenómeno”.) Superados los primeros horrores, quizá desee dedicarle el culto consagrado o adorarla con los gestos que le dicte su taquicardia. Para ello dispone de los ritos que hace 13.000 años los indoeuropeos, los hiperbóreos, trajimos desde Asia Central, siempre actualizados, siempre renovados, profusamente facilitados en la Web sin fronteras. (No, La Hermandad del Pentagrama no es una mutual de rockeros.)
Si, no queriendo limitarse a una participación gris en la Corte de La Poderosa, fuese su llamado vocacional-devocional dirigido al rango de los Hacedores, entonces deberá iniciar el esforzado sendero del noviciado en una Escuela de Misterios, donde será instruido e iniciado en los dominios de La Magia Ceremonial. Como ha hecho todo Druida.
Y viene al caso, porque TRANSGENERISMO Y TRANSEXUALIDAD pretende, a partir de mi “opinión de usuaria”, exponer lo que se sabe pero decir también lo que se siente. Eso incluye lo “espiritual”, lo “irracional”, el ciego afán de conectarse, de re-ligarse con el Dáimon, el Ángelos, para recibir su mensaje. Artemisa, Ishtar y Gea tendrán algo que decir en esa comunicación, dada la “core gender identity” de la destinataria de dicho mensaje. Y no cambia la cosa que Apuleyo, en El Asno de Oro, le haga decir a Isis que Ella es La Diosa, de la cual todas las otras son aspectos. Todas las diosas son La Diosa y todos los dioses son El Dios. Y cuando La Diosa y El Dios se unen son El Andrógino Elohim, Ha Shem EJAD.
La profetisa Diotina de Mantinea, curadora, reprochaba a Sócrates que el amor del hombre tenía por objeto apropiado a las mujeres y que la Triple Diosa bien podría haberlo asistido con el Gnoti seautón en sus aspectos físicos, espirituales e intelectuales. Pero Sócrates y los jóvenes elegantes de Atenas no consideraban “fashion” a las antiguallas mitológicas, “la vulgar sabiduría” de los ritos agrícolas y la poesía de los aedos inspirados por las divinidades para cantar sus evocaciones e invocaciones. Detestaban la poesía y desconfiaban de los poetas: así lo explicita Platón, en La República. Las diosas Cibeles e Ishtar preferían ignorar la promiscuidad homosexual que se daba en los atrios de sus templos. “Boys will always be boys!”. Pero la idealización de la homosexualidad era otra cosa: un extravío auténticamente grave. Se trataba del intelecto masculino tratando de hacerse espiritualmente independiente, autosuficiente. Amparados en el límpido razonar (vinculado a Apolo) preferían la Filosofía entre machos a la húmeda Magia femenina que tan bien les hubiese asistido en ese arduo quehacer del conocerse a sí mismos.
Dura cosa es dar coces contra La Señora!
Veamos su fin. Hera, diosa del matrimonio, le proveyó de una esposa de suplicio, quien a su muerte sólo comentó: “Era un buen hombre que traía a su casa más problemas que pan.”
Su muy discutible sistema filosófico arruinó para siempre el tradicional método filosófico griego de los Sofistas y quizás sentó las bases, las condiciones de posibilidad, para la mayor tragedia de la historia de la humanidad: el advenimiento del cristianismo.
La Democracia ateniense en el poder lo encontró culpable de corromper a la juventud. (El auténtico reconcomio provenía de ser opositor al partido de la Democracia; era Aristócrata.) Condenado a beber la cicuta rechazó la fácil evasión orquestada por sus discípulos por lo que su ejecución puede considerarse prácticamente un suicidio.
Whitehead, en su Historia de la Filosofía, comenta que Jesús y Sócrates se suicidan cuando comprenden el desastre irreversible que han consumado.
La cicuta, arbusto venenoso de flores blancas, con que fue ejecutado Sócrates, según la tabla de correspondencias, está consagrada a Hécate.
Le fue mal, pobre.
©Hannah Lilith Migliavacca, en Caracas, a 13 de junio de 2012, con Luna menguante pero en fiel esperanza del MidSummer Night del próximo 24, Janus Bifronte, Señor de las Puertas, los Puertos y los Poros, LITHA de los Celtas, de Géminis a Cáncer, de Aire a Agua, Solsticio de Verano, al fin…Djanus Bifronte, al pararse ante una puerta, entrando o saliendo, INICIA, en la Noche de San JANUS, un renovado PRESENTE, entre un  pasado que se fue y un futuro que no llegó, entre las dos columnas de las jambas del portal, mirando de dónde viene y adónde va. Djun-Pater, Juppiter, Señor de los ORIFICIOS (donde se intercambian cosas: en poros, puertas y puertos; donde PASAN cosas, cosas que van, cosas que vienen, cosas excitantes, cosas importantes!) La Señora Diana, con astucia femenina, se reserva el dominio sobre los goznes y las cerraduras… (y de qué te sirve una puerta si no gira, si no tienes la llave? Ay!) A Jacques Lacan le fascinaba esto del extraordinario acontecer en los orificios…anos, bocas y vaginas.
“Gloria a Dios, en las Alturas, recogieron las basuras y en mi calle ayer a oscuras y hoy sembrada de bombillos! Y tendieron un cordel y banderas de papel MORADAS, ROJAS Y AMARILLAS…” Viva la República, coño! “Y en la Noche de San Juan cómo reparten su pan, su mujer y su gabán gentes de cien mil raleas…Vamos, subiendo la cuesta, que arriba mi calle se vistió de fiesta!” No desconfíen de los poetas: cantan la verdad y la vida.”Aserrín, aserrán, …
                                 

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