A MODO DE INSUFRIBLE PRÓLOGO que
algunos considerarán lo mejor de un libro que jamás escribiré.
Cada rara vez que
escribo algo donde menciono la evidente intervención de la Señora Diana,
Dionne, Artemisa, Marpessa, la arrebatadora, La Diosa Blanca, Leucipa o Epona,
la Yegua Blanca, Brigitte, Brígida o Britannia, o cualquier otro de sus cientos
de inconfundibles apelativos por los que se la conoce, vuelven los ruegos de
que vuelque mi conocimiento y perpetue mi visión de la divina Albion. Y mi
invariable respuesta se repite: Innecesario es hacer mal lo que ya está
inmejorablemente realizado. Con leer atentamente La Diosa Blanca y Los Mitos
Griegos, de Robert Graves (Losada, Buenos Aires), La Rama Dorada, de Sir George Frazer (FCE, México) y los varios capítulos correspondientes al tema en Historia de las Creencias y de las Ideas
Religiosas, de Mircea Eliade (4 tomos: Ediciones Cristiandad, Madrid), se
alcanzará una perspectiva inmejorable de la trayectoria, atributos y poderes de
la divina Alphito, hermana de Apollos. Si la insaciabilidad gnoseológica no se
colmara en esos pocos miles de páginas de una muy seria y formal exposición
académica, quedan a disposición del goloso otros tantos miles de páginas
constituidas por la asequible bibliografía referencial que se incluye en esas
mismas obras. Y como cada una de esas referencias bibliográficas originarán
otras tantas, a su vez, en una arborescente proliferación, la obra, el corpus así determinado, sólo
alcanzará la dimensión que nuestro curioso lector (erudito ya!) decida acotar.
Nada que yo pueda brindarle podría aventajar a esa preciosa biblioteca
especializada. Como The Night Mare jamás desatiende a quienes con su vehemente
dedicación manifiestan su pasión irrefrenable por los temas de Luna, sin posible incredulidad, el estudioso verá
aparecer a Selene en los diversos senderos de su vida. (El Dr. Mircea Eliade,
en su autobiografía La Prueba del
Laberinto, advierte específicamente sobre este “fenómeno”.) Superados los
primeros horrores, quizá desee dedicarle el culto consagrado o adorarla con los
gestos que le dicte su taquicardia. Para ello dispone de los ritos que hace
13.000 años los indoeuropeos, los hiperbóreos, trajimos desde Asia Central,
siempre actualizados, siempre renovados, profusamente facilitados en la Web sin
fronteras. (No, La Hermandad del Pentagrama no es una mutual de rockeros.)
Si, no queriendo
limitarse a una participación gris en la Corte de La Poderosa, fuese su llamado
vocacional-devocional dirigido al rango de los Hacedores, entonces deberá
iniciar el esforzado sendero del noviciado en una Escuela de Misterios, donde
será instruido e iniciado en los dominios de La Magia Ceremonial. Como ha hecho
todo Druida.
Y viene al caso,
porque TRANSGENERISMO Y TRANSEXUALIDAD
pretende, a partir de mi “opinión de usuaria”, exponer lo que se sabe pero
decir también lo que se siente. Eso incluye lo “espiritual”, lo “irracional”,
el ciego afán de conectarse, de re-ligarse con el Dáimon, el Ángelos, para
recibir su mensaje. Artemisa, Ishtar y Gea tendrán algo que decir en esa
comunicación, dada la “core gender
identity” de la destinataria de dicho mensaje. Y no cambia la cosa que
Apuleyo, en El Asno de Oro, le haga decir a Isis que Ella es La Diosa, de la
cual todas las otras son aspectos. Todas las diosas son La Diosa y todos los
dioses son El Dios. Y cuando La Diosa y El Dios se unen son El Andrógino
Elohim, Ha Shem EJAD.
La profetisa
Diotina de Mantinea, curadora, reprochaba a Sócrates que el amor del hombre
tenía por objeto apropiado a las mujeres y que la Triple Diosa bien podría
haberlo asistido con el Gnoti seautón en sus aspectos físicos,
espirituales e intelectuales. Pero Sócrates y los jóvenes elegantes de Atenas
no consideraban “fashion” a las
antiguallas mitológicas, “la vulgar sabiduría” de los ritos agrícolas y la
poesía de los aedos inspirados por
las divinidades para cantar sus evocaciones e invocaciones. Detestaban la
poesía y desconfiaban de los poetas: así lo explicita Platón, en La República.
Las diosas Cibeles e Ishtar preferían ignorar la promiscuidad homosexual que se
daba en los atrios de sus templos. “Boys will always be boys!”. Pero la
idealización de la homosexualidad era otra cosa: un extravío auténticamente
grave. Se trataba del intelecto masculino tratando de hacerse espiritualmente
independiente, autosuficiente. Amparados en el límpido razonar (vinculado a
Apolo) preferían la Filosofía entre machos a la húmeda Magia femenina que tan
bien les hubiese asistido en ese arduo quehacer del conocerse a sí mismos.
Dura cosa es dar
coces contra La Señora!
Veamos su fin.
Hera, diosa del matrimonio, le proveyó de una esposa de suplicio, quien a su
muerte sólo comentó: “Era un buen hombre que traía a su casa más problemas que
pan.”
Su muy discutible
sistema filosófico arruinó para siempre el tradicional método filosófico griego
de los Sofistas y quizás sentó las bases, las condiciones de posibilidad, para
la mayor tragedia de la historia de la humanidad: el advenimiento del
cristianismo.
La Democracia
ateniense en el poder lo encontró culpable de corromper a la juventud. (El
auténtico reconcomio provenía de ser opositor al partido de la Democracia; era
Aristócrata.) Condenado a beber la cicuta rechazó la fácil evasión orquestada
por sus discípulos por lo que su ejecución puede considerarse prácticamente un
suicidio.
Whitehead, en su
Historia de la Filosofía, comenta que Jesús y Sócrates se suicidan cuando
comprenden el desastre irreversible que han consumado.
La cicuta, arbusto
venenoso de flores blancas, con que
fue ejecutado Sócrates, según la tabla de correspondencias, está consagrada a
Hécate.
Le fue mal, pobre.
©Hannah Lilith
Migliavacca, en Caracas, a 13 de junio de 2012, con Luna menguante pero en fiel
esperanza del MidSummer Night del próximo 24, Janus Bifronte, Señor de las
Puertas, los Puertos y los Poros, LITHA de los Celtas, de Géminis a Cáncer, de
Aire a Agua, Solsticio de Verano, al fin…Djanus Bifronte, al pararse ante una
puerta, entrando o saliendo, INICIA, en la Noche de San JANUS, un renovado
PRESENTE, entre un pasado que se fue y
un futuro que no llegó, entre las dos
columnas de las jambas del portal, mirando de dónde viene y adónde va.
Djun-Pater, Juppiter, Señor de los ORIFICIOS (donde se intercambian cosas: en
poros, puertas y puertos; donde PASAN cosas, cosas que van, cosas que vienen, cosas
excitantes, cosas importantes!) La Señora Diana, con astucia femenina, se
reserva el dominio sobre los goznes y las cerraduras… (y de qué te sirve una
puerta si no gira, si no tienes la llave? Ay!) A Jacques Lacan le fascinaba
esto del extraordinario acontecer en los orificios…anos, bocas y vaginas.
“Gloria a Dios, en
las Alturas, recogieron las basuras y en mi calle ayer a oscuras y hoy sembrada
de bombillos! Y tendieron un cordel y banderas de papel MORADAS, ROJAS Y
AMARILLAS…” Viva la República, coño! “Y
en la Noche de San Juan cómo reparten su pan, su mujer y su gabán gentes de
cien mil raleas…Vamos, subiendo la cuesta, que arriba mi calle se vistió de
fiesta!” No desconfíen de los poetas: cantan la verdad y la vida.”Aserrín, aserrán, …
No hay comentarios:
Publicar un comentario