jueves, 21 de junio de 2012

Asesinato y deglución del Padre de la Horda.


                                   -“Llegó papá…”

Asesinato y deglución del Padre de la Horda. A partir de observaciones de Sigmund Freud contenidas en su obra Moisés y la Religión Monoteísta, Ed. Losada, Bs. As., 1939.
I-Referencias teóricas de S. Freud.
“He tomado de Darwin la hipótesis de que el hombre vivía primitivamente en pequeñas hordas, cada una de las cuales estaba dominada por un hombre vigoroso, que se adueñaba de todas las mujeres y que castigaba o eliminaba a los hombres jóvenes e incluso a sus hijos. Atkinson admite que este sistema patriarcal halló su fin en una insurrección de los hijos que se unieron contra el Padre, venciéndolo y devorándolo. Siguiendo la teoría del Tótem de Robertson Smith, admito que la horda del Padre fue substituida por el clan totémico de los hermanos. Para poder vivir en paz unos entre otros, los hermanos triunfantes renunciaron a las mujeres, por las cuales habían dado muerte al Padre y establecieron la exogamia. El poder paterno se había roto y en las familias se reconoció progresivamente el derecho de la mujer. Los sentimientos ambivalentes de los hijos para el Padre permanecieron en vigor durante todo el ulterior desarrollo. El lugar del Padre fue ocupado por algún animal instituido como Tótem y que se consideraba como antepasado y como espíritu protector. El Tótem no debía ser dañado ni sacrificado, pero una vez al año se reunía toda la comunidad en un banquete, en el cual el adorado animal Tótem era cortado en pedazos y comido por todos los componentes del clan. Nadie debía ser excluido de este banquete que era la solemne repetición de la muerte violenta del Padre, con la cual había comenzado la organización social, las leyes morales y la religión. Antes que yo pudiera hacerlo otros autores han llamado la atención sobre la semejanza del banquete totémico de Robertson Smith y la comunión de los cristianos.” Moisés. pp 240-241.
Sobre el tema central de la confabulación de los hijos con la madre me resulta insoslayable la meridiana exposición de la conjura por Hesíodo, en su Teogonía: Al principio sólo existía el Caos (o abismo) del que surgieron Gea (la tierra) “de anchos flancos” y Eros. Luego Gea “dio a luz un ser igual a ella misma, capaz de cubrirla por completo, Urano, el estrellado.” (Es decir el cielo nocturno cubriendo enteramente la tierra) Hesíodo describe a Urano como “ávido de amor”. De tales uniones amorosas surgirán los Uránidas, el primero de los cuales fue Océano y el último Kronos. La desmesurada fecundidad incluía monstruos tales como los Cíclopes, de un solo ojo, seres de cien brazos y otras lindezas por el estilo, lo que hizo a Urano detestar a su prole “desde el primer día”. Así que ocultaba su cría en el seno de Gea. (Es decir, los enterraba!) Esto indujo a la Diosa a fabricar una HOZ y a convocar a una conferencia con su progenie: “Hijos nacidos de mí y de un furioso…, castigaremos el desafuero de un padre, aunque lo sea vuestro, pues primero fue él quien maquinó una infamia.” Ellos, aterrorizados, no se atrevieron a responder una palabra, con excepción de Kronos, que asumió el desafío. Cuando Urano se acercó una vez más “ardiendo en deseo de penetrar el cuerpo de la tierra”, Kronos lo castró con la hoz de manufactura materna. (De la sangre que cayó sobre Gea brotaron las tres Erinyas, diosas de la venganza, los gigantes y las ninfas de los bosques. De lo que cayó al mar, merced a las olas, brotó una espuma de donde surgió Afrodita, inmortalizada por Sandro Botticelli  en su El Nacimiento de Venus, una de sus dos obras más famosas.) Regesto de Historia de las Creencias y de las Ideas Religiosas, de Mircea Eliade, Ed. Cristiandad, Madrid.
Menciono al pasar, aunque sea otro tema, que la salvación del grupo proviene del Benjamín de la familia, constante en los cuentos folklóricos, como Pulgarcito.


II-Banquete del Tótem.
No sólo la antropología nos informa de esta lógica sino los hallazgos e interpretaciones provenientes de la práctica psicoanalítica.
“…atribuimos a estos hombres primitivos sentimientos semejantes a los que la investigación analítica permite establecer en los primitivos del presente, o sea, en nuestros niños. Es decir: éstos no sólo odian y temen al padre, sino que también lo veneran, tomándolo por modelo y deseando ocupar su puesto. El canibalismo se interpreta como un intento de identificarse con el Padre, incorporándose una parte de él.” Moisés. pp 150-151.
No debe sorprendernos que las antiguas familias o clanes tuvieran tótems, o animales con los que se identificaban y bajo cuyos estandartes vivían y guerreaban: Un ejemplo próximo a nuestra cultura lo tenemos en la bendición que Moisés imparte a la confederación de tribus de los Hijos de Israel, antes de morir, mencionando ordenadamente los nombres de cada una de las doce tribus, con clara referencia a su particular animal totémico (muchos de los cuales encontraremos luego en el zoodíaco que, dicho sea de paso, significa “círculo de animales”) Deuteronomio 33.
“El Tótem era considerado como el antepasado corporal y el espíritu protector del clan: debía ser venerado y atendido pero, por otra parte, fue establecida una fiesta en la cual se le destinaba el mismo fin que había encontrado el Padre primitivo. Era sacrificado y comido por todos los compañeros (…) Esta gran fiesta era, en realidad, la conmemoración del triunfo de los hijos aliados sobre el Padre.” Moisés. p. 152.
“…el rito de la comunión cristiana, que para el creyente es la forma simbólica de incorporarse la sangre y la carne de su dios, repite, en sentido y contenido, el antiguo Banquete del Tótem.” Moisés. p. 155.
“…si bien sólo en su expresión delicada de adoración y no en su sentido agresivo.” Moisés. p. 161.
Tanto peor! Si se tratara de un acto de canibalismo motivado por situaciones extremas de supervivencia, no implicaría semejante trascendentalismo litúrgico: sería una mera satisfacción de la fisiología alimentaria. Como expresa acertadamente el oficiante: “Comed y bebed: Esta es la verdadera sangre y la verdadera carne que por vosotros es derramada para el nuevo pacto… etc.”  A confesión de parte…
“El canibalismo no tiene realmente importancia sino cuando es ritual, cuando está integrado en la sociedad. (…) es natural que un cristiano, al reflexionar sobre el significado de los sacramentos, termine por decirse: ´también yo soy un caníbal´ (…) Papini, creo que en su Diario, advertía que la misa no es la conmemoración, sino la actualización de un sacrificio humano: estos hombres matan de nuevo al hombre-dios y luego comen su carne y beben su sangre.”  La Prueba del Laberinto. Mircea Eliade, p 118


III-Reorganización social tras el asesinato del Padre.
La conjura de los hermanos para la eliminación del Padre dio lugar a un nuevo orden social: fiestas conmemorativas, prohibiciones, obligaciones, comportamientos sociales y deberes morales, modificaciones de la estructura de las comunidades humanas que no dudamos en calificar como los progresos de la cultura. Una organización social con renuncia expresa a la violencia entre sus miembros, reconocimiento de deberes recíprocos y establecimiento de instituciones consideradas inviolables (sagradas) ha dado forma al Derecho y a la Religión. Y todo gracias al acertado asesinato del Padre.
Una gran ventaja de la proscripción de la violencia en el clan tras la supresión del Padre la constituye el matriarcado (contemporáneo con el Neolítico y la agricultura, con su necesaria secuela de asentamiento de las comunidades). Aparecen las Diosas Madres, la Magna Mater, incluso las Madres Terribles.  (La Gran Madre se llamará Melusita, Afrodita, Ceridwen, Brigitt, Dione o Diana, Cibeles, Minerva, Proserpina, Ceres, Bellona, Hékate. Isis, Innana o Artemisa, donde se confunde o se mezcla lo femenino de la Luna y la Tierra. Para Venus tendremos Ishtar, Astarté Athar, Astitoreth, Atheh, Atargatis que dará a nuestra Europa contemporánea Star, Stern, Esther, Etoile, Estrella, Stella…en tanto estrella por antonomasia) Luego van apareciendo los dioses varones: El joven hijo-amante.
Me asalta la imagen de La Pietá: la madre sosteniendo el cuerpo de su hijo (de expresión particularmente equívoca!) Qué se hizo de papá José? Ya lo canonizaron? Bien poco que duró!
Aparece un reiterativo esquema en los altares de todo el Mediterráneo Oriental y el Oriente Próximo: La pareja madre-hijo (que serán madre-padre) con un ausente al fondo, simbolizado por la cabeza del toro, a veces acompañado por un cráneo humano: El Rey Muerto, que en vida cabalgaba un toro o un buey, al que ritualmente sacrificaba, simbolizando la potencia viril, ahora se ha convertido en el origen innombrable: ALEF: primera letra del alfabeto semítico (muda!) que significa El Buey, letra signo que simboliza místicamente la Potencia total del universo antes de su manifestación en la Creación. Algo así como: “Antes de la creación de este orden social había Uno que tenía todo el poder concebible. Pero hemos acordado no hablar del Viejo…) No hay que hablar de la soga en la casa del ahorcado!
Asumiendo una actitud junguiana, Alef, El Buey, es el CERO, El Loco, que puede ser descartado, colocado a la cabeza o al final, The Joker, The Fool, El Bufón, el comodín, un valor sin valor específico que, precisamente por eso puede dar inesperado, “loco” sentido a lo que no lo tenía, merced a su ubicuidad, su disponibilidad universal. “Il Matto” es un agente libre.
Oswald Wirth lo define como “el que no cuenta, el inexistente”. Pero este “ausente”, por la forma peculiar de su invisibilidad, representa el APSOU de los Caldeos, el “dios-antes-de-dios”, el creador sin creación todavía, pura-potencia, esencia indeterminada por no haberse aún manifestado en su creación, es el sueño sin ensueños, lo incognoscible antes del dolor de crear y el Nirvana, el agotamiento, la extinción que sobreviene tras el orgasmo, tras haberlo dado todo, cuando el artista da por concluida la obra y “extenuado por el oficio”, exclama: “Estoy muerto!” (MET, en hebreo; MOT, en árabe). “Il Matto” es para Ouspensky el embajador, el representante de los 56 Arcanos Menores en la Corte de los 22 Arcanos Mayores. El Diputado, el Síndico del Pueblo.
Juan Eduardo Cirlot opina que la carencia de cifra indica que El Loco se halla al margen de todo orden o sistema, del devenir o del cambio, con lo que no estoy en absoluto de acuerdo: El cero es una cifra (la cifra de El Loco, precisamente). Como todo, según la Teoría General de los Sistemas, El Loco tiene su lugar en el sistema (donde hasta tiene su cifra). El Bufón tiene asignado, por lo tanto, su Sendero correspondiente en el Etz Jayyim, como todos los otros Arcanos Mayores. Siendo 22 Arcanos para 22 Senderos para 22 letras, al Loco le corresponde el Sendero que va desde lo Inmanifestado a lo Manifestado, desde Kethér a Jojmáh (casi nada!). Y a la hora de bajar el telón, al regreso, en el tramo final, desde Adam Kadmón al Nirvana (casi nada! Y el último en salir que apague LA LUZ ya que por ser lo primero que se creó debería ser lo último en extinguirse, cuando se acabe la super-producción.)
Este impredecible ojo del huracán, motor inmóvil que mueve sin ser movido, cubo de la rueda de ocho rayos, para Sir James George Frazer (La Rama Dorada) desde su visión de la “antropología sociológica”, tiene el carácter de “víctima de sustitución” en los sacrificios rituales humanos. O sea, que constituye el “chivo expiatorio”, “el pato de la boda” de la comunidad.
Según el psicoanálisis sistémico el rol del loco en una familia es el de excusar las fallas de ese sistema social (“Yo no pude estudiar porque tenía que llevarle la comida a mi hermano, que estaba loco.”; “Mi padre se dio a la bebida por el impacto que le produjo la situación de mi hermano, que perdió la razón.”; “Mamá se rajó con un tipo porque no se aguantaba ver a su hijo en ese estado.”; es decir, la culpa es del loco.)
En Sof es un Ser-sin-Nombre. Nadie es capaz de concebirlo antes de su Manifestación, que será Bereshit. (Es decir, es el Apsou de los Caldeos). Estrictamente, no podemos “prestarle” un nombre ni forma alguna hasta que crea a Adam Kadmón, masculino punto luminoso, Jojmáh, “Sabiduría con que fundó la tierra”. Sólo a partir de entonces se convierte en EL NOMBRE, no antes. Una vez creado el Hombre Arquetípico lo emplea como Merkabá para continuar descendiendo hacia la Shejiná, la residencia, Malkúth, El Reino. Y no surgen los SIETE de la unión de Jojmáh y Bináh?
Sintetizando: El Loco ERES TÚ! (o te tocará serlo cuando se produzca la configuración.)
Sir Arthur Evans, mientras estaba excavando en Knossos, Creta, terminó convencido de que todas las deidades femeninas del Mediterráneo y del Oriente Próximo no eran sino una y la misma diosa en sus distintos atributos, así como todas las deidades masculinas eran imagen del mismo dios-subordinado: el hijo-consorte de la diosa.
Análogamente, el arqueólogo francés Joseph Dechelette, propuso que La Gran Diosa se había originado en el Período Neolítico en Asia Menor y los Balkanes para expandirse a través de todo el Mediterráneo a la totalidad de Europa Occidental. (Manual d´archeologie prehistorique Celtique et Gallo-Romaine, 1908)
“No hay más que una diosa y un dios, sólo que muchos son sus poderes y sus nombres.” Konrad Mutian, Humanista alemán, 1472-1526
Ya Apuleyo, en El Asno de Oro le hace decir a Isis que Ella es La Diosa, de la cual todas las otras son aspectos.
Por mi parte, desde 1980 vengo acumulando evidencia que demuestra que los pueblos Indo-Europeos (los Hiperbóreos de la mitología, es decir, nosotros) parten de Asia Central al fin de la última glaciación, hace aproximadamente 12.000 años, trayendo consigo a sus dos deidades: Diana y Apolo, su hermano, tema sobre el que no me extenderé en este sitio, pero que corresponde mencionarlo porque explica la adopción de la pareja por todos los pueblos con que tomaron contacto directa o indirectamente.
IV-Vestigios de Recuerdos Inconscientes. La Herencia Arcaica.
El vestigio del recuerdo de lo vivido en épocas tempranas de la existencia persiste en el individuo en un especial estado psicológico. El sujeto tiene siempre el  conocimiento soterrado de los hechos. Lo olvidado no se borra, sino solamente es desplazado o reprimido inconscientemente. Estos vestigios del recuerdo constituyen huellas que se mantienen frescas aunque son inaccesibles a la conciencia.
Es una medida profiláctica del psiquismo: No se puede funcionar eficientemente con una culpa o un dolor insoportable en el camino. Tampoco se puede perder la costosa experiencia; se la archiva hasta nuevo aviso. Si un suceso de la vida produce una impresión análoga, se reaviva lo actuado para reeditar aquel éxito o evitar otro fracaso semejante: La respuesta será instintiva, provendrá del inconsciente y, en tanto recuerdo reprimido, no podremos dar razón de ello.
Solía ser dogma de la Psicología que nada existe en la mente que no haya entrado por las puertas de los sentidos. Sin siquiera rozar el concepto de los sentidos paranormales, la noción de herencia arcaica invalida aquel dogma.
El archivo del inconsciente no sólo atesora sucesos vividos personalmente, sino también conceptos aportados por el entorno desde su nacimiento así como fragmentos filogenéticos: nuestra herencia arcaica. La herencia arcaica es propia de todos los seres vivos y se manifiesta condicionada por el factor constitucional en cada individuo en particular. Más allá de las originalidades individuales, en el curso del psicoanálisis surge la Universalidad de los Símbolos en el Lenguaje así como la Sustitución Simbólica de un objeto por otro. A veces surgen conocimientos cuyo aprendizaje ha sido imposible. Es decir, conservamos huellas de recuerdos de sucesos acontecidos a nuestros antepasados, independientes de la comunicación. La experiencia de la especie es transmitida a los nuevos miembros. Esta es al menos una de las razones de la simpatía del Dr. Sigmund Freud por Lamarck y su teoría, a pesar del veto del establishment científico, quien aplica razonamientos muy válidos para las mutaciones físicas en los animales pero inaplicables para los procesos mentales humanos. Freud se negó a polemizar pero rastros en sus escritos evidencian que, muy razonable y respetuosamente, siguió pensando lo mismo hasta sus últimos días. Pero no nos podemos demorar hoy en este apasionante tema.
No quiero dejar de mencionar acá el tema del “linaje”. Hay grupos étnicos que defienden la endogamia tratando de favorecer la transferencia de estos “recuerdos” en los nuevos miembros que van naciendo a la comunidad. Existen en esas colectividades gente dedicada a rastrear esos vestigios de experiencias de los antepasados trasvasados “en la sangre” de los jóvenes. También aducen otras razones de tipo más “espiritual” o religioso o esotérico, incluso.
V- El Pecado Original como Herencia Arcaica.
Con el “pecado original” llegó la muerte al mundo. Empleo el término en el sentido del Banquete del Tótem. (Atención, no limitativo: El ingenio mercantilista puede inventar culpa a partir de cualquier detritus si es eficiente para emporcar limpias conciencias y vender perdón. Poco importa qué cosa sea el pecado. Ni siquiera es imprescindible que seas un pecador. Lo que sí es esencial es que te sientas pecador.) Este crimen merecedor de la muerte es el asesinato del Padre Original, el fundador mítico del clan, que fue devorado ritualmente por “la horda de los hermanos” durante una orgía sangrienta, siendo la víctima propiciatoria elevada más tarde a la categoría  de dios (dios físicamente ausente, invisible e innombrable pero, en tanto deidad, fantasma omnipresente, omnisciente y omnipotente)
Pero como nadie recuerda un crimen concreto, se carga en el inconsciente colectivo la turbia noción de una falta imperdonable. Y como ningún varón puede negar que, en efecto, ha odiado, temido, venerado, envidiado y emulado a un Padre Omnipotente, Omnisciente, etc., que bien hubiese podido devorarlo o castrarlo, mal puede resistirse a ser indiciado como uno de los conjurados.
Sólo cabe esperar el inexorable castigo al parricida, al deicida. O la Salvación! Pero para expiar semejante crimen, para “salvarse” de la paliza, tiene que aparecer un culpable, al menos. Alguien que cargue con nuestro pecado. Tiene que aparecer al menos uno, para llevarlo a juicio, acusarlo y hacerle pagar los platos rotos. He aquí la Buena Nueva, hermano! Apareció uno que dice ser Hijo del Padre (con lo cual está confesando espontáneamente que era miembro de aquella banda delictiva) A diferencia del dios Mitra, quien también mató al Toro pero virilmente se jacta de ello, éste se ofrece en voluntario sacrificio para tomar sobre sí la culpa de todos sus hermanos! Así que, ALELUIA, HERMANO…NOS SALVAMOS! Te Veo el domingo en el Banquete del Tótem.
Perdónalos Nietzsche, no sabían que existe el psicoanálisis.
                                    Imagen deificada del Padre Minos en Creta.
Dedicado a mi padre, quien estaría cumpliendo años el 3 de mayo, signo de Tauro, pa colmo!
©Hannah L. Migliavacca, mayo 2012.

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