jueves, 21 de junio de 2012

PSICOANÁLISIS Y SEXODIVERSIDAD.



PSICOANÁLISIS Y SEXODIVERSIDAD.
El pensamiento de Sigmund Freud tiene limitaciones. También podríamos decir lo mismo del prototipo de los hermanos Wright.
Podríamos decir, por ejemplo, que manifiesta un sobredimensionamiento de lo sexual en detrimento del infinito espectro del fenómeno humano. También, que define al psiquismo normal a partir del análisis de lo patológico. Pero resulta que el Dr. Freud constituye una referencia imprescindible, aún hoy, por haberse atrevido a imaginar caminos nuevos para intentar explicar la estructura de la mente y “las maquinaciones de la noche”.
Por razones inclusive históricas, el pensamiento freudiano ha podido ser superado gracias al mismo pensamiento freudiano. Por poner un paradigma: Lacan y su “escuela”.
Sin poder contar con las estadísticas de las que disponemos hoy, Sigmund Freud no trepidaba en afirmar: “Nuestra libido oscila normalmente, toda la vida, entre el objeto masculino y el femenino.”
Todo ser humano, por haber sido embriológicamente bisexual, mantiene consigo durante toda la vida, desde el punto de vista biológico cuanto psicológico, la presencia, más o menos latente del otro sexo. Por ej.: la bisexualidad reflejada en cualquier perfil hormonal de todo hombre y toda mujer no necesita demostración, es evidente en los guarismos. Los rastros anatómicos son macroscópicos, están a la vista, no necesitan ulterior comentario.
“En un sentido psicoanalítico, el interés sexual exclusivo entre individuos de sexos opuestos, constituye un problema y no algo natural, basado últimamente en una atracción química.”
O, en palabras de Georg Groddeck: “Es más difícil explicar la aparición de impulsos heterosexuales, de cuanto sea entender por qué en todos existen tendencias homosexuales.” Y como Groddeck se cuenta entre los que se demoran en las consideraciones entre  homosexualidad y narcisismo sostiene que proceden “como necesidad ineludible del amor a uno mismo.”  (Recuerdo que Stekel manejaba una tesis semejante en “Homosexualidad y masturbación”, Ed. Imán, Bs. Aires.)
La identificación con el padre, en los varones, se basa fundamentalmente en la represión del deseo erótico hacia el progenitor. Esa represión implica una pérdida. Cuando el Yo asume los rasgos del objeto perdido, se dice: “Puedes amarme, pues soy parecido al objeto perdido” (S. Freud). Lo que nos deja en la frontera del autoerotismo: es decir , qué dosis de homosexualidad interviene en la masturbación?...
“Entre las fuerzas inhibitorias que limitan la dirección del instinto sexual, están fundamentalmente las construcciones sociales de la MORAL y la AUTORIDAD.” (S. Freud) Veamos que dice moral y no ética. Veamos que dice autoridad, lo que significa poder: Y PODER IMPLICA EL DICTADO DE UN MODELO SOCIO-ECONÓMICO, ES DECIR UN ORDENAMIENTO POLÍTICO.
La cultura occidental en la que vivimos, represiva, se asume como HETEROSEXUAL (sin serlo) y a través de la EDUCASTRACIÓN obliga al niño, culpabilizándolo, a renunciar a sus naturales y espontáneas tendencias polimorfas, con el propósito de obtener un heterosexual eróticamente mutilado, pero “útil” al SISTEMA, la NORMA. Evidentemente, no siempre lo consigue. (Y la venganza promete ser terrible con el prófugo).
A quienes se pregunten si el homosexual NACE O SE HACE, cabe responderles que TODOS los seres humanos nacen dotados de una disponibilidad erótica amplísima, dirigida en primer lugar hacia uno mismo y su propia madre, y después, poco a poco, hacia TODOS los demás, independientemente del sexo biológico, genital. A través de la EDUCASTRACIÓN se impone la represión (o peor: la AUTOcensura) de los deseos variopintos, y Groddeck afirma que “ningún heterosexual reprime DEL TODO los propios deseos homoeróticos, a lo más, FINGE haberlos reprimido.”
Es decir que la disposición erótica polimorfa e indiferenciada infantil, que la sociedad reprime y que, en la vida adulta toda ser humano lleva consigo en estado de latencia o bien mantiene confinada en los abismos del inconsciente, son los RESIDUOS de la riquísima pluralidad de las tendencias de Eros y del HERMAFRODITISMO ORIGINAL Y PROFUNDO.
RESIDUO, porque el homoerotismo es reprimido por la sociedad, condenado precisamente a la latencia y sublimado bajo la forma de sentimientos de amistad, a veces sospechosamente emotiva; de unas camaraderías tipo “hasta que la muerte nos separe”; de unos feroces revolcones deportivos donde se confunden sudores, manoseos y babas; o bien convertido, o mejor dicho, deformado, en lamentables síndromes patológicos. Otra opción es darse trompadas para, de alguna manera, tocarse impunemente en frente de una sociedad que aplaude ese presunto alarde de machismo. (“Boys will always be boys…”)
Y HERMAFRODITISMO ORIGINAL Y PROFUNDO, porque para el Psicoanálisis, y ya casi repitiéndome, la verificación del polimorfo “perverso” infantil se revela complementario de la teoría insoslayable de la bisexualidad originaria. Les ahorraré un ocioso ejercicio de anatomía comparada hembra/varón donde los mismos elementos aparecen “realizados plenamente”, mientras que otros resultan atrofiados o…a la espera de un debido llamado. De semejantes observaciones resulta que el sexo NUNCA es único y que la aparente monosexualidad oculta una bisexualidad disponible.
ES POR ESO QUE PARA EL PSICOANÁLISIS TODOS SOMOS SERES BISEXUALES.
Lo cual NO significa que todos hayamos ejercido, o deseemos ejercer nuestras “otras” capacidades sexuales. Pero que vuelan…vuelan!

©Hannah Lilith Migliavacca                                                                           

No hay comentarios:

Publicar un comentario