Mme. Yvonne” acrílico 70cm x 50cm€. De la serie “El Tango en Caracas.”
Sobre arte en general y pintura en particular.(“A
quien le caiga el sayo que se lo ponga.”)
Aristóteles,
filósofo griego, [esclavo al servicio de Filipo de Macedonia, como preceptor de
su hijo Alejandro, quien con el correr de sus andanzas sería llamado El Grande
(Magno)] opinaba:
“La creación
artística brota del impulso formador y del deseo de expresión emocional.
Esencialmente, la forma del arte es una imitación de la realidad; presenta su
espejo a la naturaleza. En el hombre se produce el placer de la imitación que
falta, según parece, en los animales inferiores. Con todo, la finalidad del arte consiste en representar, no la apariencia
exterior de las cosas sino su interior significado; esto y no el amaneramiento
y detalle exterior constituyen su realidad.”
El Zóhar es un libro de referencia
indiscutible para una de las escuelas de Kabbaláh e infinitamente respetado por
todas las demás. Más allá de los mitos que le quieren prestar mayor antigüedad
para incrementar aún más su prestigio, el Zóhar fue redactado por Rabí Moisés
de León, en el sur de España, en el 1200, siglo pródigo en estudiosos de la
Tradición en la Península Ibérica. Allí se puso por escrito, por vez primera,
la Ley Oral (Toráh she be al pe) también denominada Versión Masorética,
complemento indispensable de la Ley Escrita (Toráh she bi ketáv) para explicarla
y hacerla comprensible. Tal venerable texto nos dice:
“Bocetó, midió y
extendió una tela en la que dibujó y convocó a los reyes primigenios. Pero
estas formas no perduraron. Y todos esos que estaban inscriptos en la tela
recibieron nombres pero no perduraron, pues los dejó y los escondió. Después de
un tiempo, no obstante, entró en la tela y se dio forma a sí mismo. [autorretrato?]
Y sabemos que,
cuando se hizo a la idea de crear, la Toráh (que había estado guardada por 2000
años antes de la creación del mundo) cuando la extrajo, la Toráh de inmediato
le habló:
-´Aquel que desea dar forma y que sea efectiva debe
primero dar forma a sus propias formas¨.
Sefér Ha Zóhar, III , 144ª
Tres padres tiene
la pintura contemporánea: Vincent Van Gogh y Paul Gaugin, en el orden que se
prefiera; y en el vértice supremo colocamos a Paul Cèzanne. Todos
contemporáneos, todos figurativos pero ninguno demasiado. La más grande lección
que nos dejó el Maestro Cèzanne es que EL
CUADRO SE PINTA SOLO. Dando por sobreentendido que se dispone de los
instrumentos técnicos de expresión. O, como explicó alguno: “…porque si sabes
nadar y te arrojas al agua…nadas!”
Más demorado
resulta el discurso de Pablo Picasso, un tipo de pocas palabras (y muchas
pinturas, afortunadamente):
“Cuando compones
una pintura, construyes alrededor de líneas de fuerza que te guían en la
construcción. Esas líneas de fuerza producen una resonancia que es la que
conduce en la dirección en la que vas. Porque, en general, TÚ NO DECIDES
ARBITRARIAMENTE POR TI MISMO. El secreto está en no pintar sino lo que se ama.
No es cuestión de sensibilidad, de lo
que se trata es de obtener el poder
tomándolo de la Naturaleza, en lugar de esperar que ella proporcione la
información y los buenos consejos. Pintar no es una operación estética, es una forma de Magia ejercida como
mediación entre este mundo extraño y hostil y nosotros. Una forma de obtener el poder dándole forma a nuestros
terrores tanto como a nuestros deseos. Yo apunto siempre a la semejanza. Un
pintor debe observar la Naturaleza, pero nunca confundirla con la pintura. Sólo
por signos es traducible en pintura. Pero un signo no se inventa. Para lograr
un signo hay que apuntar con todas las fuerzas a la semejanza. Para mí, la surrealidad
no es otra cosa que esa profunda semejanza más allá de las formas y los colores
bajo los cuales se presentan las cosas. De esta manera el pintor defiende su
libertad frente a la Naturaleza. Y eso es lo que lo hace interesante. No es
realmente un pintor moderno quien obedece a la Naturaleza. El método es ir más allá de la Naturaleza. “
Tras el fin de la
II Guerra Mundial se organizó una exposición de pinturas de escolares
británicos en París. Picasso, admirado ante las obras presentadas, habló en la
inauguración: “Cuando yo era pequeño pintaba como Rafael. Me llevó toda una vida aprender a pintar como lo hacen estos chicos!”
Pierre Bonnard: “El
encanto de una mujer puede revelar muchas cosas a un artista acerca de su
arte.”
Joseph Conrad:
“Primero se realiza la obra, LUEGO se reflexiona sobre ella.”
Luis Gowland
Moreno: “Las prácticas mágicas (…) son el origen y la justificación de las
representaciones plásticas.”
Estas notas que he
ido reuniendo, tienen por destinatarios a todos aquéllos quienes acuden a mí,
ya con la honesta consulta, ya embanderados en la cruzada del “único arte
verdadero”, whatever that means. Es por eso que no puedo cerrar estos apuntes
sin hacer el aporte de mi propia cosecha, aún con el infinito pudor que me
produce agregar mi discurso al de los Inmortales que me precedieron.
Figurativo. Lo importante, lo
valioso, es que yo diga cómo veo al mundo. Viendo la (maravillosa) tela de la
araña puedo presumir la (magnífica) visión que debe tener un ser dotado de una
corona de cuatro pares de ojos, los cuales le dan acceso a una percepción que
abarca un entorno de 360º. Es una lástima que la araña no sepa pintar sino sólo
tejer su tela. O imaginar lo que ven las aves, quienes teniendo dos ojos, como
los humanos, portan uno a cada lado de su cabeza, para que no se produzca la
ilusión de perspectiva que les resultaría en vértigo. A mí, en cambio, no me produce
vértigo la ilusión de perspectiva debida a la esfericidad de mis glóbulos
oculares situados al frente de mi rostro porque rara vez vuelo tan alto.
Así que pintaré lo
que veo a partir de mi fisiología y si en algún momento quiero experimentar “como sería si…”, me tomaré las
libertades inherentes a la línea, al color, a la textura, al tamaño, a las
proporciones. Todo a partir de mi naturaleza, mi organicidad, mis medios de
percepción y de expresión, canalizados a través de las técnicas, los
materiales, las artimañas y demás rebusques que se pongan al alcance de mi
curiosidad. CREAR ES CREAR-SE.
Figurativo, antropomórfico, erótico. Estoy en lo figurativo porque “apunto a la semejanza”. Algunas muy pocas
veces lo que quiero expresar no tiene semejanza en las figuras de la
Naturaleza, y entonces, sin pedirle permiso a nadie, me alejo de la figura. La
insistencia en el empleo de la figura antropomórfica se explica puesto que a
través de ella me resulta más espontáneo el comentar sobre la condición humana,
que es la que me ha tocado en suerte. Y, finalmente, el erotismo es la marca de
fábrica de mi producción porque celebro en mi obra el milagro de la Vida.
Además este trabajo
figurativo aparece primariamente comprometido no meramente con la figura
humana, sino más específicamente con la morfología femenina, pero orientada más
al ámbito del poder que al del objeto.
A veces surge una
atmósfera surreal, fantástica, no necesariamente buscada. En muchas de mis
pinturas se refleja un interés por lo mitológico, lo remotamente ancestral, una
especie de folk-lore europeo vinculado a la Magia y la Brujería, que no desdeña
expresarse por encima de todas las etiquetas, puesto que opino que las modas
pasan pero el estilo perdura. Ya exclama el Tango, en otro sentido pero
igualmente válido que “El Tiempo se morfa cualquier pintura.”
Admito que toda
esta imaginería está fuertemente inclinada hacia el idealismo implícito en la
completud androgénica porque, como dice el paisano, la cabra al monte tira.
Frente al Mundo, la
Incógnita del filósofo es “la pregunta por la cosa”: sometido todo a inexorable
cambio, qué es eso tan esencial que pueda perdurar ante el incesante mudar. Frente
al modelo (físico o mental) se debe sacar de nuestro interior (que es el
interior de la Humanidad, Goethe dixit) la respuesta a la pregunta por el
modelo. Descubrir esa respuesta no significa contar todo (además, de contar
todo no somos capaces) sino que, de acuerdo a nuestro peculiar interés se
suprimen muchas cosas, se realzan otras y (esto es lo esencial) lo restante se
reúne en una imagen unitaria que no corresponderá al modelo inmediato, sino que
da, en lugar de la totalidad real de ese objeto, una evocación ideal del mismo,
es decir, el sentido y la significación que le corresponde a partir de una
finalidad expositiva determinada.
El sentido último
de toda esta ardua labor, como en toda operación teúrgica, es tomar contacto
con el Ángelos, el mensajero, a fin de recibir la enseñanza, la iluminación. A
eso se refiere Conrad cuando expresa que primero se realiza la obra y sólo
después se la interpreta, se reflexiona sobre ella, para leer a la luz del día
el mensaje contenido en el sueño que se nos dicta desde la noche del
Inconsciente. La Residencia del Ángel es el Inconsciente: Hay que saber lo que
realmente se quiere para obrar en consecuencia: “Haz lo que quieres (no lo que
quieras…!) ha de ser toda la Ley”, indica Aleister Crowley. Dice un pintor
venezolano: “Soy el primer aprendiz de mi taller”. Morimos aprendices: por eso el Maestro Rodin nos exhorta a “extenuarnos en el oficio”.
En estas lides, como en tantas
otras la manera más segura de
convertirse en enemigo de uno mismo es dejar de ser lo que se es o pretender
ser lo que no se es. Ya en mi adolescencia me enseñaron que no había
fórmulas seguras para el éxito, pero que había una infalible para el fracaso: TRATA DE AGRADAR A TODOS.
“Hay que hacer la pintura que es
posible…y amarla!” –Herbert Read.
NOTA: Donde dice Plástico, Artes
Plásticas, Artista Plástico, etc. , quien lo desee bien puede leer Visual,
Artes Visuales, Artista Visual, etc., que yo no entro en semejantes polémicas
bizantinas: Tenemos problemas medulares que atender.
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